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Esta historia no es real, es ficticia y aunque os parezcáis a los protagonistas, es pura casualidad… Creo.
Hola, os voy a contar mi historia y la de mi mejor amigo. Cuando yo era pequeñito me quede huérfano, no recuerdo a mi madre y a mi padre no lo conocí tampoco. Entonces fue cuando apareció el, que me recogió de donde me dejaron… me adopto.
Desde entonces no me he separado de el, ni el de mi y nunca hemos discutido. El me dio el biberón, me llevaba al consultorio y me acariciaba el pelo por la noche para que me durmiera. Cuando crecí un poco salíamos de paseo, me llevaba al campo, al parque, me enseño muchos lugares que no me podía imaginar que existieran.
Todos los días el se va a trabajar y antes de irse me deja el desayuno preparado, con lo que mas me gusta. Cuando vuelve siempre me saluda con una sonrisa, por muy cansado que este y por muy mal que le haya ido el día. Y como no, va a la cocina y prepara la comida. Cuando limpia la casa, nunca se enfada por mi desorden, es mas lo recoge sin decirme nada.
Todavía me acuerdo del día que me presento a mi pareja, ese día nos invito a merendar a los dos. Por cierto, vive con nosotros, a el no le importa.
Cada día que pasa veo que lo mas grande que me a pasado nunca, a sido encontrar a mi amigo. Porque somos amigos y aun me acuerdo cuando le destrozaba las zapatillas y mi primer collar que me compro…… mi amigo.
Este cuento se me a ocurrido al ver en la televisión una noticia sobre maltrato de animales. Porque como decia aquel anuncio….EL NO LO HARIA
Maxi
